Comidas trampa en la dieta

Comidas trampa en la dieta

Una de las preguntas más frecuentes que me han hecho respecto a la nutrición es sobre si hacer o no, trampa en la dieta. Pero ¿Qué es hacer trampa en la dieta? De manera muy breve lo podemos resumir en ingerir alimentos o comidas que no formen parte de un plan de nutrición prescrito por un especialista de la nutrición.

 

Por lo general, estas comidas tienen un alto contenido de carbohidratos, grasas, sodio y, a veces, azúcar. 

 

¿Qué es una comida trampa?

Las comidas trampa son un enfoque alimentario de adherirse a una dieta sana el 90% del tiempo y hacer “trampa” en el 10% de las comidas (o incluso en proporciones de 80:20), o un día completo de disfrutar modestamente de los alimentos anhelados no tan saludables.

 

Comidas trampa mientras perdemos peso

Existe cierta evidencia limitada que muestra que una comida trampa (especialmente si tiene un alto contenido de carbohidratos) puede aumentar temporalmente la tasa metabólica, aunque este aumento generalmente se limita al día en que la persona consume la comida trampa.

Sin embargo, el mayor beneficio de una comida trampa es psicológico. A menudo, puede ser difícil seguir una dieta de todos los alimentos saludables durante períodos prolongados, ya que el cuerpo enviará una cascada de señales de angustia a medida que los niveles de leptina caen y los niveles de grelina y cortisol aumentan. Con frecuencia, las personas que hacen dieta presentan un aumento en los antojos y, a veces, la necesidad de comer en exceso después de un período de dieta. La comida trampa puede proporcionar una especie de recompensa esperada después de un período de adherencia a un plan de pérdida de grasa.

 

¿Cómo se deben incorporar las comidas trampa?

Existen varias formas de incorporar una comida trampa en un programa de pérdida de grasa. En lugar de una comida trampa no controlada, la persona que hace dieta podría optar por incluir la comida trampa en sus calorías y macronutrientes prescritos, sin dejar de mantenerse dentro del déficit calórico. 

 

Un ejemplo de ello sería, si una persona que hace dieta está tratando de evitar la pizza, simplemente podría elegir una porción más pequeña para ajustarse a la cantidad de calorías. 

 

En el caso de personas que siguen una dieta popular como la dieta cetogénica o la dieta paleo, la persona que hace dieta podría agregar el tamaño de la porción recomendada del alimento «prohibido» para un día. Esto tendrá un impacto fisiológico mínimo y no es probable que descarrile los esfuerzos para perder peso.

¿Qué comidas trampa deben evitarse?

Formalmente, no existe una lista con alimentos específicos que deban evitarse durante una comida trampa o durante los períodos de realimentación, sin embargo, hay algunos puntos a considerar. En primer lugar, las comidas ricas en carbohidratos son preferibles a las comidas ricas en grasas para obtener beneficios metabólicos de la comida trampa.

 

En segundo lugar, si una persona que hace dieta sigue una dieta rígida que elimina ciertos alimentos o grupos de alimentos, como las dietas bajas en carbohidratos, existe un mayor riesgo de consumir una comida que consiste en «alimentos prohibidos», especialmente si ese alimento era un favorito. 

 

Esto podría desencadenar un episodio de atracones. Por ejemplo, las papas fritas pueden no ser la mejor opción si una persona que hace dieta tiene un historial de comer papas fritas en exceso antes de la dieta.

 

En resumen, el ingerir una comida trampa puede ayudarnos a controlar esa necesidad psicológica de comer nuestros alimentos favoritos que, al seguir un plan de alimentación se convierten en prohibidos, sin embargo debemos tener en cuenta que si nos descuidamos, podemos caer en atracones que desecharían nuestros avances.

 

Fuentes:

https://blog.nasm.org/cheat-meals