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Ejercítate y frena la depresión

Ejercítate y frena la depresión

Ejercítate y frena la depresión. Sí, así como lo lees, el ejercicio es la mejor manera de alejar la depresión de tu vida. Averigua cómo puedes darle un giro a tu día a través de activarte fisicamente.

Ejercítate y frena la depresión

Es bien sabido que el ejercicio libera endorfinas que ayudan a combatir el mal humor y la, tal vez la persona que los padece no esté dispuesta a realizar ejercicio durante 45 minutos o una hora, puede hasta resultarle duro ir al gimnasio, pero aquí te decimos las ventajas y la manera de lograrlo.

La actividad física estimula al organismo a liberar serotonina (un transmisor del sistema nervioso, es decir, una sustancia química con la cual se comunican las neuronas, por lo que recibe el nombre de neurotransmisor), al cerebro. Esto produce en la persona más relajación y un sentimiento de estar satisfecho. Los niveles bajos de esta sustancia son a menudo relacionados con la depresión.

El ejercicio parece aliviar los síntomas depresivos en diferentes formas. Las actividades físicas demuestran que promueven la autoestima, el autocontrol y la autodisciplina. También pueden proveer mayores niveles de energía y resistencia. La depresión es un descenso del humor (timia: estado de ánimo, base biológica del equilibrio emocional), que termina siendo triste; se encuentra asociado a otros dos fenómenos como la inhibición y el dolor moral.

La inhibición es una especie de frenaje o enaltecimiento de los procesos psíquicos de la ideación que reduce el campo de la conciencia y los intereses, repliega al sujeto sobre sí mismo y lo empuja a rehuir de los demás y las relaciones con los otros. Sugestivamente el sujeto experimenta lentitud, cansancio, fatiga, debilidad moral y dificultad para pensar, evocar (trastornos de la memoria), lo que desemboca en fatiga psíquica; de manera paralela experimenta astenia (estado de debilidad, tanto psíquica como muscular, caracterizada por la falta de energía y la pérdida de entusiasmo), y un enlentecimiento de la actividad motriz que se asocia con malestares somáticos variados.

La reacción de inhibición puede ser una reacción normal en un sujeto sano como consecuencia de un acontecimiento muy penoso (duelo normal). El dolor moral se expresa por una autodepreciación que se encamina hacia una autoacusación, autopunición y un sentimiento de culpabilidad.

Malestares somáticos

Un síntoma somático pertenece al cuerpo. En otras palabras, es una situación que refleja estados psíquicos. El estrés produce conflictos y requiere de una respuesta adaptativa, por lo que puede presentarse enmascarado con los síntomas de una enfermedad física o del cuerpo.

Algunos síntomas son: cefaleas (dolor de cabeza), diversas algias (tipos de dolor), sensaciones de ahogo, palpitaciones cardiacas, dolores vertebrales o articulares, trastornos digestivos, constipación, etcétera.

Función del ejercicio

Las investigaciones sobre el ejercicio y la depresión han demostrado que el ejercicio puede contrarrestar los efectos de la depresión en general, pues al realizar una actividad física como el trote o carrera, o un entrenamiento de pesas con un mínimo de 30 minutos al día, relevan a la depresión de forma rápida. Así, al efectuar cualquier tipo de ejercicio de manera regular ayuda a incrementar la energía y la vitalidad.

Efectos de la actividad física

El ejercicio es igualmente eficaz en la reducción de la depresión en pacientes que sufren desórdenes depresivos importantes, tanto como el suministro de medicamentos antidepresivos, pues algunas de sus ventajas son:

En estudios recientes se encontró que en personas depresivas el ejercicio más la terapia con medicamento les produce mejoras verdaderas en los seis meses siguientes.

Para los pacientes que no pueden acceder a medicaciones costosas, el ejercicio puede ser una ruta para mejorar la salud. Algunos incluso han catalogado al ejercicio como el antidepresivo más barato y disponible.

Intensidad y duración

Para obtener los beneficios no se necesitan hacer ejercicios en niveles extremos. Las actividades suaves pueden ayudar. Por ello, en primer lugar es preciso consultar al doctor si es que se consume algún antidepresivo.

Luego, se debe comenzar con actividades sencillas, como caminar, trabajar en una huerta o simplemente jugar con los hijos. Después, cuando se gana más confianza y optimismo, se puede incrementar el tiempo y la intensidad del entrenamiento.

Consejos útiles

Para empezar con la terapia de ejercicio, antes de iniciar cualquier programa se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:

  1. Intentar mantener un horario regular para el ejercicio.
  2. Dosificar la carga de trabajo, es decir, poco o mucho ejercicio, pues los excesos puede resultar en desórdenes de humor, en cambio el ejercicio que se adapta a las capacidades de cada individuo genera grandes beneficios.
  3. Un baño caliente después del entrenamiento ayudará a relevar los dolores propios de los ejercicios.
  4. El ejercicio por sí solo es una ayuda contra la depresión, sin embargo, no es la “cura”.
  5. Es conveniente ser asistido por un amigo o socio.

No olvides que…

… el ejercicio tiene menos efectos colaterales que los medicamentos y en pacientes que rechazan la terapia con fármacos el ejercicio es una excelente alternativa. Además es costo/efectivo, ya que es bastante barato obtenerlo.

En conclusión, el ejercicio es considerado actualmente como uno de los medios más fáciles y efectivos para lograr una mejoría significativa de los síntomas depresivos y mantener un buen estado anímico a lo largo del tiempo.


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