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Recomendaciones para entrenar a personas que hayan tenido COVID-19

Recomendaciones para entrenar a personas que hayan tenido COVID-19

Si tu cliente se acaba de recuperar del COVID-19 y el médico le autoriza volver a hacer ejercicio, es importante tener en cuenta ciertos puntos clave que te ayudarán a planificar mejor el entrenamiento y abordarlo de la forma más exitosa posible.

Esto se debe a que los asesorados seguramente tendrán muchas preguntas como: ¿cuáles son los efectos a largo plazo de esta enfermedad? ¿Esto afecta mi entrenamiento? ¿Qué aspectos debo tomar en cuenta para cuidar mi salud, luego de recuperarme de la enfermedad?

¿Qué tan intenso debe ser el entrenamiento post-COVID-19?

Desde el comienzo de la pandemia, una gran cantidad de investigaciones han abordado tales preguntas.

QUÉ ES EL COVID-19

El coronavirus es parte de una gran familia de virus en la que siete variantes causan enfermedades en humanos. Los coronavirus más notables son el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) encontrado en 2002 en China. En 2019, surgió una nueva variante de coronavirus llamada síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2), que ahora conocemos como COVID-19.

EFECTOS A LARGO PLAZO

Los investigadores han descubierto que el 80 % de las personas hospitalizadas con COVID-19 presentaban al menos un síntoma persistente seis meses después de su recuperación (Lopez-Leon et al., 2021). Las cinco complicaciones a largo plazo más comunes incluyen: fatiga (58 %), dolor de cabeza (44 %), trastorno por déficit de atención (p. ej., Niebla de COVID-19) (27 %), pérdida de cabello (25 %) y dificultad para respirar ( 24%). ). ) (López-León et al., 2021).

El entrenador debe comprender las complicaciones comunes a largo plazo, ya que pueden afectar la capacidad de capacitación de un cliente. La Academia Nacional de Medicina Deportiva recomienda que los profesionales del ejercicio trabajen con el médico del paciente para comprender qué complicaciones a largo plazo existen y con qué seguridad se puede realizar el ejercicio.

BENEFICIOS DEL ENTRENAMIENTO POSTERIOR AL COVID-19

Se ha demostrado científicamente que el ejercicio regular, los buenos hábitos alimenticios y las prácticas de bienestar ayudan a mejorar la salud general (mental y física) y la función inmunológica general.

Por ello, estos hábitos se consideran de gran apoyo para mejorar el estado de bienestar de las personas que han salido de la enfermedad por el virus COVID-19.

En un estudio reciente de 48,400 adultos con COVID-19, los investigadores encontraron que las personas que estaban inactivas (menos de 10 minutos de ejercicio por semana) tenían un mayor riesgo de hospitalización, ingresos a la unidad de cuidados intensivos y muerte por COVID-19. Mientras que las personas más activas (hasta más de 150 minutos de ejercicio a la semana) presentaban menores factores de riesgo (Sallis et al., 2021). Esta evidencia emergente apoya la idea de que la actividad física es esencial para el ejercicio de la salud y el bienestar.

Lo que se recomienda en estos casos es la implementación de una estrategia de programación sistemática y personalizada para el entrenamiento post-COVID-19, donde es importante tener una buena comunicación con el médico del entreno, lo que permitirá trabajar en conjunto para lograr la mejor recuperación posible.

INTENSIDAD RECOMENDADA PARA EL ENTRENAMIENTO POST-COVID-19

Los asesorados que acaban de recuperarse de una enfermedad pueden perder su estado físico debido a la falta de actividad física, lo que los pone en riesgo de sobreentrenamiento si progresan demasiado rápido (Caterisano et al., 2019)

El síndrome de sobreentrenamiento ocurre cuando el entrenamiento ha ido más allá de lo que puede soportar. El cliente comenzará a experimentar inflamación sistémica y efectos neurofisiológicos adversos que disminuirán el rendimiento durante la actividad física. El síndrome de sobreentrenamiento a menudo incluye un conjunto de síntomas muy peculiares (Kreher & Schwartz, 2012). El profesional de la formación debe comprender los signos y síntomas del síndrome de sobreentrenamiento para entrenar con seguridad al cliente post-COVID-19.

¿CUÁLES SON LAS PAUTAS DE EJERCICIO PARA LOS ENTRENADORES POST-COVID-19?

Los investigadores documentaron recientemente recomendaciones de ejercicio para el entrenamiento después de la recuperación de una enfermedad. Una estrategia de programación recomendada para la formación de profesionales es utilizar el principio FITTE (Frecuencia, Intensidad, Tiempo, Tipo, Disfrute) (Burnet et al., 2019).

Para los entrenos con una capacidad de ejercicio de baja a moderada, el principio FIT puede ser ideal para el ejercicio aeróbico, el entrenamiento de resistencia y la flexibilidad (Sheehy, 2020). Estos clientes pueden tener capacidades físicas limitadas debido a su estado de salud actual.

CONSIDERACIONES

Como entrenador, es importante recordar que con este tipo de entrenos en particular, es necesario llevar un registro de sus indicadores, tales como: presión arterial, frecuencia cardíaca, tasa de esfuerzo percibido (RPE) y saturación de oxígeno en sangre; antes, durante y después del entrenamiento.

Se recomienda que los profesionales del ejercicio midan la presión arterial de sus asesorados  antes del ejercicio y obtengan su RPE subjetivo a lo largo del programa de ejercicio. El personal de capacitación también puede usar un oxímetro de pulso para monitorear la frecuencia cardíaca y la saturación de oxígeno en la sangre de sus clientes (típicamente 95-100%) (CDC, 2021).

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