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Conoce un secreto para realizar ejercicio intenso: ácido láctico

Conoce un secreto para realizar ejercicio intenso: ácido láctico. ¿Quieres hacer rutinas de ejercicio intenso, pero no conoces la importancia del ácido láctico? Si quieres desarrollar tus músculos de manera espectacular y sana, sigue leyendo esto porque te encantará.


Conoce un secreto para realizar ejercicio intenso: ácido láctico

El lactato o ácido láctico, es un producto que se genera de forma natural en el cuerpo de cada persona. Además de ser un producto secundario del ejercicio, también es un combustible para ello. Se encuentra en los músculos, la sangre y varios órganos.

Cualquier persona que ha intentado o realiza algún deporte ha escuchado la palabra acido láctico, pero bien, ¿qué es el ácido láctico? Resulta que cuando realizamos cualquier actividad física nuestro cuerpo requiere de energía para realizar dicha actividad, esa energía se obtiene de los alimentos de nuestra dieta específicamente de los carbohidratos, grasas y proteínas que consumimos; casi todos los carbohidratos se transforman en glucosa, que mediante la presencia de oxígeno forma energía, la cual se denomina ATP (Adenosin Trifosfato).

Pero, ¿qué pasa cuando nuestros músculos necesitan una contracción más intensa y no hay ya presencia de oxígeno como cuando hacemos esas últimas series de press de banca?, entonces entra en acción el ácido láctico para producir más ATP.

En otras palabras, el ácido láctico nos da ese empuje que necesitamos para la última repetición o esfuerzo, sí, leíste bien, el ácido láctico es una forma de energía que se llama glucolisis anaerobia, ya que se lleva a cabo sin presencia de oxígeno, pero la mayoría de las personas piensan que el ácido láctico es un desecho del los músculos, culpable del dolor muscular posterior al ejercicio, algo totalmente falso, ya que el ácido láctico se elimina muy rápidamente y no permanece por horas en el músculo, sino que es aprovechado por todas las fibras musculares que entran en acción, el dolor posterior al ejercicio es ocasionado por microdesgarros del músculo que se reparan al consumir proteína llevando así al crecimiento muscular.

La medición de la frecuencia cardiaca es una manera indirecta para saber la intensidad de nuestro ejercicio, pero realmente es la medición del ácido láctico en sangre la que nos diría si la intensidad del ejercicio fue la óptima para nuestros objetivos.

Ácido láctico, ¿bueno para el músculo?

Cualquiera que al menos haya pensado en hacer ejercicio quizá ha escuchado advertencias acerca del ácido láctico: “Se acumula en los músculos”, “Es lo que quema los músculos”, “Su acumulación es lo que hace que los músculos se cansen y se dañen”, etcétera, pero todo es erróneo.

El ácido láctico es en realidad un combustible, no un producto de desecho. Los músculos lo producen deliberadamente, a partir de la glucosa, y lo queman para obtener energía. La razón de que los atletas pueden esforzarse tan fuertemente y durante tanto tiempo es que la práctica hace que sus músculos absorban más eficientemente el ácido láctico. Las células musculares convierten la glucosa en glicógeno o ácido láctico. Este es absorbido y utilizado como combustible por las mitocondrias, las fábricas de energía de las células. Las mitocondrias incluso tienen una proteína especial para transportarlo a su interior.

El entrenamiento intenso hace una gran diferencia porque puede duplicar la masa de las mitocondrias y hacer que éstas quemen más ácido láctico y sus músculos puedan trabajar más duramente y durante más tiempo.

El ejercicio

La fuente primaria del lactato es la descomposición de un carbohidrato llamado glucógeno. El glucógeno se descompone y se convierte en una sustancia llamada piruvato y durante este proceso produce energía. Muchas veces nos referimos a este proceso como energía anaeróbica porque no utiliza oxígeno.

Cuando el piruvato se descompone aún más, produce más energía. Esta energía es aeróbica porque este proceso adicional utiliza oxígeno. Si el piruvato no se descompone, generalmente se convierte en lactato. Cuando se produce el piruvato, la célula muscular tratará de utilizarlo para energía aeróbica. Sin embargo, si la célula no tiene la capacidad para utilizar todo el piruvato producido, químicamente se convertirá en lactato.

Algunas células tienen gran capacidad para utilizar el piruvato para energía aeróbica mientras otras tienen poca capacidad. Con el entrenamiento, muchas células pueden adaptarse para utilizar más piruvato y, por lo tanto, producen menos lactato.

El lactato está presente en nuestro sistema mientras descansamos y mientras nos ocupamos con nuestras actividades cotidianas, aunque solo a niveles muy bajos. Sin embargo, cuando incrementamos la intensidad de nuestro ejercicio o nuestras actividades de trabajo, se producen grandes cantidades de piruvato rápidamente.

Debido a que el piruvato puede ser rápidamente producido, no todo es utilizado para energía aeróbica. El exceso del piruvato se convierte en lactato. Es por esta razón que el lactato es una señal tan importante para el entrenamiento. Cuando es producido, indica que la energía aeróbica es limitada durante la actividad.

Beneficios del lactato

  1. Cuando se produce el lactato, él trata de salir de los músculos y entrar en otros músculos cercanos, en el flujo sanguíneo o en el espacio entre las células musculares donde hay una concentración menor de lactato. Puede acabar en otro músculo cercano o en algún otro lugar del cuerpo.
  2. Cuando el lactato es aceptado por otro músculo, probablemente será convertido nuevamente en piruvato y será utilizado para energía aeróbica. El entrenamiento incrementa las enzimas que rápidamente convierten el piruvato en lactato y el lactato en piruvato.

El lactato también puede ser utilizado por el corazón como combustible o puede ir al hígado y ser convertido nuevamente en glucosa o glucógeno. Puede viajar rápidamente de una parte del cuerpo a otra. Incluso existe evidencia de que algunas cantidades de lactato se vuelven a convertir en glucógeno dentro de los músculos. El corazón al ser un músculo utiliza el ácido láctico como su principal fuente de energía para poder enviar sangre a todo nuestro cuerpo.

En resumen, el ácido láctico es nuestro aliado a la hora de realizar ejercicio intenso.


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