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Aviso: ¡no consumas termogénicos o quemadores de grasa hasta leer esto!

Aviso: ¡no consumas termogénicos o quemadores de grasa hasta leer esto! Es importante que antes de consumir un termogénico o quemador de grasa conozcas cómo funcionan, qué medidas tomar y sobre todo cuáles son los riesgos a la salud, por ejemplo: ¿sabías que pueden causar Arritmias cardiacas? Continua leyendo y conoce más.


Aviso: ¡no consumas termogénicos o quemadores de grasa hasta leer esto!

Los termogénicos o “quemadores de grasa” están diseñados para aumentar tu metabolismo y te ayudan a utilizar tus reservas de grasa como energía. Sin embargo, hay que saber utilizarlos para evitar cualquier riesgo al tomarlos.

Quizás alguna vez has escuchado a alguien decir que está utilizando un termogénico para complementar su dieta y bajar la grasa de forma más rápida. En el mercado de los suplementos para deportistas, existen unas pastillas que lo que hacen es aumentar el metabolismo, y esto es precisamente un termogénico, un suplemento que ayuda a “quemar grasas” de una manera más fácil.

Ahora bien, el uso de termogénicos no está aconsejado siempre, ya que en algunos casos, como por ejemplo en personas hipertensas, pueden resultar perjudiciales en vez de benéficos. Por ello, para conocer bien su uso y efectos, en esta edición nos enfocaremos a hablarte de este tipo de productos, mismos que desde hace ya algunos años se utilizan como reductores de grasa y como activadores energéticos, sin embargo, su fórmula ha ido cambiando con el tiempo con el fin de minimizar los efectos secundarios y mejorar su efectividad para activar el metabolismo.

¿Qué es la termogénesis?

Los termogénicos se llaman así porque generan calor mediante el aumento del metabolismo, lo que provoca la lipólisis por termogénesis, es decir, la desintegración de la grasa. Pero, ¿qué es la termogénesis? Es la producción de calor por el cuerpo. Como todos los animales de sangre caliente, el cerebro de los humanos mantiene el cuerpo a temperatura constante dentro de unos límites definidos, y para ello debe consumir constantemente energía, que obtiene de los nutrientes que ingerimos en la dieta.

Esta producción de calor está regulada, como muchos otros procesos orgánicos, a través de la secreción de hormonas en el torrente sanguíneo para hacer saber al cuerpo lo que debe hacer. Los productos termogénicos tienen la capacidad de activar ciertos receptores de las células que les hacen creer que el cerebro les pide que aumenten la producción de calor a través del consumo de ácidos grasos de las reservas grasas del cuerpo, lo que provoca una reducción de estas grasas.

¿Cómo funcionan?

Los termogénicos contienen ciertas sustancias, entre ellas se encuentran:

Algunos de los principios activos procedentes de esos extractos imitan la actividad de las catecolaminas (un grupo de compuestos que incluye la adrenalina, noradrenalina y dopamina. Las catecolaminas se producen en la glándula suprarrenal y en las terminaciones nerviosas. Intervienen con la actividad del sistema nervioso simpático y con la respuesta al estrés, en cuanto a su capacidad del aumento de la termogénesis, generación de energía y predisposición del sistema cardiovascular para la actividad muscular.

Las células del tejido adiposo que son las encargadas de almacenar grasa poseen receptores adrenérgicos o adrenorreceptores que activan la lipólisis. Los ácidos grasos liberados en la lipólisis pueden ser utilizados por ciertos tejidos como fuente de energía, es el caso de los músculos o el cerebro.

¿Por qué se llaman quemadores de grasa?

En realidad la expresión “quemar grasa” se refiere a la oxidación de los ácidos grasos para formar energía. En este sentido los termogénicos imitan la actividad de las catecolaminas aumentando no sólo el metabolismo basal sino también la oxidación de los lípidos, esto es de mucha ayuda cuando se quiere reducir grasa y es buen complemento en un programa de nutrición y entrenamiento.

Existen diversos quemadores de grasa, así como diferentes fórmulas.

Los ingredientes más utilizados son: carnitina (moviliza las grasas, pero no altera el funcionamiento del sistema nervioso), la colina (metabolismo de las grasas), chitosan (impide la absorción de las grasas), HCA (ácido hidroxicítrico, evita la acumulación de grasas), gugulsterona (estimula el tiroides), y polinicotinato de cromo, cafeína y guaraná (activan el metabolismo).

Efectos en el organismo

Ejercen los siguientes efectos:

Riesgos a la salud

Asimismo, con el uso de estos productos se pueden experimentar cierto tipo de malestares o efectos secundarios como:

Y complicaciones como:

Por ello, es muy importante aprender a usar estos productos, pues sólo fungen como auxiliares. Para saber cuál elegir, hay que asesorarse por un profesional de la salud, ya que el objetivo y las necesidades de cada persona son diferentes.

Por lo anterior, el uso de termogénicos no es recomendado para ninguna persona que padezca alguna de las enfermedades mencionadas.

Dosis adecuada

Por las características de los ingredientes estimulantes que contienen los termogénicos habrá que empezar con una dosis mínima para ver la sensibilidad o tolerancia al compuesto, de lo contrario se pueden presentar diversos efectos secundarios; esta determinación también se hace en base al sobrepeso u obesidad que la persona pueda tener. Es preciso no sobrepasar jamás la dosis establecida por el fabricante. Si existe hipersensibilidad conocida a alguno de los ingredientes de la fórmula, lo mejor es no consumirlos.

Para tomar en cuenta

Es importante:


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