10 tips para motivarte y alcanzar tus metas. Si quieres lograr lo que aún no has alcanzado, necesitas hacer lo que aún no has intentado. La motivación, aunque no lo creas, es fundamental para conseguir muchas satisfacciones como disciplina, reconocimiento y claro resultados. Sigue leyendo los 10 tips para motivarte y alcanzar tus metas.
10 tips para motivarte y alcanzar tus metas
En psicología y filosofía, motivación se define como un estímulo que mueve a la persona a realizar determinadas acciones y persistir en ellas para su culminación. Este término está relacionado con voluntad e interés. Es el impulso que inicia, guía y mantiene el comportamiento, hasta alcanzar la meta u objetivo deseado.
La motivación exige necesariamente que haya alguna necesidad de cualquier grado, ésta puede ser absoluta, relativa, de placer o de lujo. Siempre que se esté motivado a algo, se considera que ese “algo” es necesario o conveniente. La motivación es el lazo que une o lleva esa acción a satisfacer esa necesidad o conveniencia o, bien, dejar de hacerlo.
¿De dónde surge la motivación?
- Los motivos pueden agruparse en diversas categorías: en primer lugar figuran los motivos racionales y los irracionales. Pueden ser egocéntricos o altruistas; también de atracción o de rechazo, según impulsen o muevan a hacer algo en favor de los demás.
- La motivación también puede ser debida a factores intrínsecos y factores extrínsecos. Los primeros vienen del entendimiento personal del mundo y los segundos vienen de la incentivación externa de algunos factores. Los factores extrínsecos pueden ser:
- El dinero
- El tiempo de trabajo
- Viajes
- Coches
- Cenas
- Bienes materiales
Existen tres factores intrínsecos importantes:
- Autonomía: es el impulso que dirige nuestras vidas, libertad para tener control sobre lo que hacemos.
- Maestría: el deseo de ser mejor en algo que realmente importa.
- Propósito: la intención de hacer lo que hacemos por servicio a algo más grande que nosotros mismos.
¿Qué hay de la desmotivación?
Un término opuesto a la motivación es la desmotivación, generalmente definido como un sentimiento de desesperanza ante los obstáculos o como un estado de angustia y pérdida de entusiasmo, disposición o energía.
Aunque la desmotivación puede verse como una consecuencia normal en las personas cuando se ven bloqueados o limitados sus anhelos por diversas causas. La desmotivación puede resultar claramente nociva si se convierte en una tendencia recurrente o estable, ya que tiende a afectar la salud, limitar la capacidad de vinculación, desfavorecer la productividad y la confianza en uno mismo, así como el flujo de la creatividad, la capacidad de tomar riesgos y la fuerza de voluntad.
Los motivos en el deporte
Motivación es el factor que refleja la voluntad de éxito del deportista y la intensidad de l dedicación a la tarea. Ambición en sus aspiraciones deportivas, que se caracteriza por fijarse en un nivel de exigencia asequible y realista, poniendo empeño en acrecentar sus necesidades y alcanzar rendimientos efectivos.
Como motivación se denomina el estado de activación de un movimiento deportivo, a su vez, la orientación de voluntad de actuar hacia una dirección concreta. Estos “estados” se basan en factores desencadenantes que llamamos motivos. Luego, los motivos son causas internas para la acción motora; se crean en la edad infantil y perduran por mucho tiempo. Los motivos típicos del deporte son los siguientes:
- El rendimiento, por ejemplo, alcanzar o superar un límite de rendimiento marcado por uno mismo, vencer a un determinado contrincante, superar competiciones, por ejemplo, dentro de un maratón.
- Tener una buena figura.
- Establecer contactos.
¿Qué provoca la desmotivación?
En palabras de Vince Lombardi (entrenador de fútbol americano estadounidense), “la diferencia entre una persona acertada y una desacertada no es la falta de fuerza o de conocimiento, más bien es falta de voluntad”.
Sin motivación no tendremos energía para afrontar las rutinas de entrenamiento y, por lo tanto, los resultados no serán buenos, con lo que aumentará más nuestro desánimo y se nos hará más pesado seguir adelante. En ese preciso instante comenzaremos a alegar diversas razones para abandonar, saber qué debemos considerar y cambiar para lograr vencer el desánimo.
La motivación es lo que nos incita a actuar a desarrollar la actividad. Sin motivación, faltarán las ganas. Algunas de las principales causas de desmotivación son:
- La falta de tiempo a la hora de realizar ejercicio. Normalmente no es esto lo que sucede, sino que no tenemos bien organizado el tiempo. No es necesario acudir todos los días al gimnasio, simplemente si nos organizamos, preparamos una rutina adecuada y la ejecutamos en el tiempo del que disponemos, aumentará nuestra motivación.
- Mucha gente piensa que no nació para el ejercicio y que eso no va con ellos. Esto no es un argumento de peso, ya que hoy en día existen infinidad de actividades adaptadas a todo tipo de personas, por lo que sólo debemos informarnos y buscar lo que más nos conviene.
- Otro argumento habitual es el hecho de que el deporte no nos gusta. Pero debemos pensar que aunque no nos guste es lo ideal para mantener una buena salud. Además, seguro que hay una actividad deportiva de acuerdo con nuestra personalidad.
- Otro factor es el precio de gimnasio, muchos afirman que es caro, pero no siempre hay que ir a un gimnasio para practicar un deporte, sino que se puede correr en un parque o hacer senderismo en cualquier lugar al aire libre. Existen centros deportivos de todos los precios para todos los bolsillos.
10 tips para mantenerte motivado
Encontrar un motivo es lo que nos permite ver las cosas con otros ojos, es decir, si logramos estar motivados para ejercitarnos a diario, es probable que la actividad nos gratifique, nos de placer y ganas de continuarla.
Gran parte de las personas que abandonan su entrenamiento es por aburrimiento o porque no encuentran el incentivo necesario. Por ello, te proporcionamos 10 consejos que te ayudarán a mantener la motivación y a no caer en el sedentarismo:
- Realiza un diagnóstico de ti mismo: consiste en evaluar nuestros hábitos, nuestro cuerpo y su funcionamiento. Si nos vemos con necesidad de mejorar nuestra actitud física y modificar determinados hábitos, como la inactividad física, daremos el primer paso para no abandonar el entrenamiento.
- Establece objetivos reales: muchas personas se internan largas horas en el gimnasio con el objetivo de perder tres kilos de peso corporal en un día, pues seamos irrealistas, eso es imposible. Ante la imposibilidad de lograr nuestros fines, nos desilusionamos y deseamos alejarnos de la actividad. Sin embargo, con paciencia y constancia en el entrenamiento se pueden lograr grandes cambios positivos.
- Conoce y capacítate: es importante saber cuáles son los variados y múltiples beneficios que brinda la actividad física para la salud. Es un gran recurso para desear realizarla y no desaprovechar sus ventajas.
- Dile no al sobreentrenamiento: entrenar más de lo que nuestro cuerpo resiste es un desmotivador potente, ya que lo único que lograrás es que el cuerpo se rinda antes de tiempo, sintiendo fatiga y cansancio que no querrá volver a experimentar. Por lo tanto, nuestra rutina de ejercicios debe ser de acuerdo con nuestra forma física y necesidad. No olvides consultar con un entrenador profesional.
- Registra tus progresos: una vez que comenzamos a encontrar el sabor bueno al entrenamiento, es necesario ver nuestros avances y mejorías, por ello, siempre es alentador llevar un registro de nuestros progresos. Por ejemplo, antes corría dos kilómetros y ahora cinco kilómetros; antes tenía un 30% de grasa y ahora 27%.
- Diviértete en los entrenamientos: si necesitas un toque de humor para no aburrirte, elige la actividad que más placer te genere y el ritmo que más te motive a seguir realizándolo. Cada actividad produce un efecto diferente según los gustos y preferencias del individuo, por eso, debes probar y luego seleccionar.
- Aplica variedad: no es necesario que siempre realices la misma actividad. Lo aconsejable es que escojas tu actividad preferida, pero altérnala con otras clases, deportes o actividades diferentes. Así, no sólo trabajarás de forma distinta y obtendrás diferentes resultados, sino que la innovación te mantendrá motivado.
- Dispositivos de ayuda: el podómetro u otros dispositivos que asisten tu práctica deportiva pueden producir un efecto psicológico muy estimulante y motivador, es decir, si vemos la cantidad de pasos caminados y las calorías quemadas, estaremos más que satisfechos con lo realizado y con ganas de autosuperarnos al día siguiente.
- Socializa cuando vayas a ejercitarte: son muchos los que gustamos de realizar actividad física en compañía y la realidad es que ejercitarse junto a otras personas es gran recurso para combatir el aburrimiento y, además, no perder la posibilidad de crear amistades y solidificarlas.
- Visualiza tu meta lograda: experimenta por adelantado las emociones y sentimientos del momento en que logremos el objetivo propuesto, será un gran motivador para ayudar a alcanzarlos.
Recuerda:
“Nada importante alguna vez fue alcanzado sin entusiasmo.” (Ralph W. Emerson)
“El secreto de nuestro éxito es encontrarlo en nuestra agenda diaria”. (John C. Maxwell)
“El punto de partida de todo el logro es el deseo”. (Napoleón Hill)
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