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Mide tu pulso durante el entrenamiento, tu cuerpo te lo agradecerá

Mide tu pulso durante el entrenamiento, tu cuerpo te lo agradecerá. Durante el entrenamiento, el ritmo cardiaco es un indicador de la condición física para saber y controlar el nivel de esfuerzo en el ejercicio que realizamos. Por ello es importante que midas tu pulso y en este artículo te decimos cuáles son los errores más comunes que debes evitar.


Mide tu pulso durante el entrenamiento, tu cuerpo te lo agradecerá

El corazón es un órgano sumamente trabajador y el más importante del cuerpo. Medimos el ritmo de nuestro corazón para conocer nuestra condición física. A esto lo conocemos como ritmo cardiaco, lo que se traduce en la medición de los latidos de nuestro corazón medidos en pulsos por minutos. Por ello, en esta ocasión hablaremos un poco más sobre el pulso o pulsaciones. El ritmo cardiaco varía de acuerdo con la actividad física.

El pulso es el reflejo a través de la arteria de la sístole (contracción del corazón); no es lo mismo que la frecuencia cardiaca; sin embargo, al tomar el pulso obtenemos la frecuencia cardiaca de una persona, entiéndase por frecuencia cardiaca al número de pulsos contados en un minuto.

La frecuencia cardiaca considerada dentro de lo normal es de 72 pulsaciones por minuto en una persona sana y en reposo; la frecuencia cardiaca varia de persona a persona, pero en los atletas pasa algo muy peculiar, la capacidad de bombear sangre del corazón hacia todo el cuerpo es mayor en un atleta que en una persona sedentaria, por lo tanto, con menos contracciones cardiacas (pulsos) puede obtenerse todo el oxígeno necesario para el cuerpo.

Zonas anatómicas para tomar el pulso

Lo más común es obtener el pulso radial que se encuentra justo en la muñeca en dirección del dedo pulgar; otra zona fácil de localizar es el pulso de la arteria carótida, que se ubica en las partes laterales del cuello.

Existen otros puntos donde se puede encontrar el pulso, mismos que sólo nombraré, pues se requiere de mucho entrenamiento para localizarlos:

  • Humeral: se encuentra en el pliegue del codo (parte interna del brazo).
  • Cubital: se encuentra en la muñeca en dirección del dedo meñique; es más débil que el pulso radial.
  • Femoral: es un pulso muy fuerte y se localiza en la parte media de la ingle de ambas piernas.
  • Poplíteo: de difícil localización y se encuentra justo atrás de las rodillas; se requiere de mucho entrenamiento para localizarlo.
  • Pedio: se encuentra en la cara anterior del pie, es decir, palpable entre el primero y segundo metatarsianos.
  • Tibial posterior: se localiza justo por detrás del maléolo interno (tobillo interno).
  • Peroneo: se localiza entre los dos anteriores, y es de difícil localización.

Errores comunes en la medición

El pulso se debe de tomar con los dedos índice y anular, ya que el dedo pulgar tiene pulso propio, en consecuencia, podemos confundirnos y medir nuestro propio pulso y no el del paciente.

La frecuencia cardiaca es sumamente importante al hacer ejercicio, pues mediante ésta podemos establecer la intensidad del ejercicio que realizamos; sin embargo, resulta difícil correr y tomarse el pulso, pero esto se facilita con la ayuda de un monitor cardiaco, aparato muy seguro y preciso a la hora de tomar el pulso.

El pulso y el ejercicio cardiovascular

Las actividades dinámicas hacen que el organismo demande más oxígeno. El pulso se acelera y el flujo sanguíneo dirigido hacia los músculos aumenta.

La manera más efectiva de detectar variaciones en la actividad cardiovascular es medir el pulso antes, durante y después de realizar alguna actividad física, con el fin de notar alguna anomalía en el ritmo cardiaco.

Es normal que el pulso aumente durante las actividades físicas dinámicas. A mayor aptitud física, más rápido baja el pulso.


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septiembre 24, 2021
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