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La hidratación muscular: primordial en el deporte

La hidratación muscular: primordial en el deporte. Todos conocemos la importancia vital del agua para el mantenimiento de la vida como para el uso cotidiano, pero no siempre somos conscientes de la necesidad que tenemos de ella mientras entrenamos. 


La hidratación muscular: primordial en el deporte

El cuerpo es muy sabio y siempre que practicamos deporte nos pide ingerir líquidos por medio de la sensación de sed, y es que a través del sudor eliminamos toxinas y, por ello el líquido es necesario, ya que es la manera de reponerlas. Pero no solamente por esto es necesario tener unos buenos niveles de líquidos, sino que es esencial para el correcto estado muscular.

El agua es una gran parte de nuestro cuerpo, por lo que es esencial que los tejidos estén perfectamente hidratados. La ingesta de líquidos es la mejor manera de conseguirlo, y es que a pesar de lo que muchos piensan, si mantenemos los niveles de líquidos en óptimas condiciones conseguiremos evitar la acumulación de éstos en el organismo. Junto a esto, mantener una correcta hidratación es la mejor manera de lograr que los músculos se mantengan flexibles y preparados para el esfuerzo que supone el entrenamiento.

Mientras se entrena, la hidratación es esencial, y es que no solo los músculos necesitan un nivel adecuado de líquidos, sino que los tendones y articulaciones también tienen que estar bien hidratados para así poder funcionar de forma adecuada.

El agua es el líquido más utilizado en la mayoría de salas de entrenamiento, pero podemos echar mano de otras bebidas más específicas que contienen sales minerales y vitaminas que perdemos con el ejercicio físico. A pesar que el agua también contiene muchas sustancias necesarias, muchas veces, cuando realizamos un ejercicio intenso, es necesario que ingiramos más cantidad de nutrimentos, ya que la pérdida es mayor y hay que reponerlo cuanto antes.

¿Qué es la deshidratación?

La deshidratación es una disminución de la cantidad de líquido existente en nuestro organismo, lo que provoca una falta de agua del interior de las células. Esta situación se produce cuando la cantidad de líquidos ingeridos es menor de la que se elimina como consecuencia de las distintas funciones orgánicas. El líquido es un nutrimento esencial para la vida. Una persona puede sobrevivir tres semanas sin alimentos, pero sólo tres días sin ingerir líquidos.

El agua es el principal componente del cuerpo humano, y supone 70% del peso corporal total. Esta cantidad total depende de múltiples factores como la edad o el volumen de grasa corporal. Cumple una función vital, ya que permite que se realicen todos los procesos bioquímicos imprescindibles para el funcionamiento del organismo, posibilita el transporte de nutrimentos a las células, ayuda a la digestión al diluir dichos nutrimentos de los alimentos, contribuye a regular la temperatura corporal mediante la evaporación por la piel, etcétera.

Además, el intestino absorbe parte de estos líquidos, gracias a los cuales es posible eliminar todo lo que el cuerpo no necesita, a través de las secreciones y de la orina, por lo que también previene el estreñimiento. Teniendo en cuenta esta importancia de la hidratación, el nivel de líquidos debe mantenerse constante.

La deshidratación en invierno

En invierno y con el frío, es frecuente tener menos sensación de sed y sudar menos, no obstante, la hidratación continua siendo un factor que no puede estar ausente antes, durante y después del entrenamiento, pues puede perderse agua en grandes cantidades sin que nos demos cuenta. Aunque no lo pensemos, a pesar de las bajas temperaturas, en invierno también existe peligro de deshidratación, por eso, te explicamos a que se debe dicho riesgo y cómo solucionarlo para prevenir un déficit en tu rendimiento físico a causa de la pérdida de líquidos.

Cuando el frío se hace presente, la alimentación cambia así como los deportes que realizamos, entonces, las frutas y verduras comienzan a verse menos en nuestra mesa y debido a que su aporte de agua es significativo en verano, donde las frutas abundan y las hortalizas refrescan, en invierno, el cuerpo percibe esta disminución de líquidos.

Por otro lado, con las bajas temperaturas, nos vemos reacios a ingerir líquidos, pues los fríos parecen acrecentar el impacto del invierno en nuestro cuerpo y a temperatura ambiente no resultan apetecibles. Este es otro de los factores, sumados a la menor sensación de sed y la menor ingesta de alimentos ricos en agua, que pone en peligro nuestra hidratación.

Hidratación durante el entrenamiento para rendir mejor

La hidratación es un componente esencial de tu entrenamiento, ya que no sólo permite reponer las pérdidas de fluidos y electrolitos, sino que puede favorecer tu rendimiento deportivo si te hidratas de forma oportuna, antes, durante y después del entrenamiento.

Asimismo, durante la ejercitación, por cuestiones de tiempo o por no interrumpir la actividad física, se desprestigia la hidratación y olvidamos que si bebemos líquidos durante el entrenamiento nuestro rendimiento físico no se deteriorará.

Nuestro cuerpo requiere de un correcto balance hídrico y debido a que durante la ejercitación la pérdida de agua se incrementa para tratar de disipar el calor en forma de sudor, es preciso hidratarse para no reducir el rendimiento físico.

Cuando falta agua, el rendimiento disminuye y peor aún, si lo que se pierde tras un largo tiempo de sudor son minerales, como el potasio y el magnesio.

septiembre 27, 2021
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