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4 causas de catabolismo muscular y cómo evitarlo

4 causas de catabolismo muscular y cómo evitarlo

Si sientes que tus músculos no están creciendo o peor,
están perdiendo volumen, seguramente tienes un estancamiento o
quizás estés sufriendo catabolismo muscular.
No te preocupes, yo te daré 4 causas de catabolismo muscular
y cómo evitarlo a través de una buena alimentación.


4 causas de catabolismo muscular y cómo evitarlo

El catabolismo muscular es un término que va de la mano con el sobreentrenamiento. Toda persona dedicada al fisicoculturismo trata de evitar el catabolismo muscular, ya que puede resultar el peor enemigo, pero hay que conocer qué es para saber cómo evitarlo.
 
Dentro del fisicoculturismo es importante el hecho de que no se produzca catabolismo muscular en el organismo. Pero hay que saber realmente lo que es y cómo solucionar el problema. El catabolismo se produce cuando el propio organismo, al no recibir alimento, acaba por nutrirse de sus propios tejidos consumiendo de esta manera el músculo y acabando poco a poco con la masa muscular. Un proceso que puede originarse cuando se somete al cuerpo a duros entrenamientos y no lo alimentamos como es debido para que crezca o, bien, cuando se sigue una dieta de adelgazamiento.

El término catabolismo muscular se escucha con mucha frecuencia en los gimnasios, tal vez más que la expresión “quemar el músculo”, y significa destrucción o descomposición, por lo tanto, catabolismo muscular es sinónimo de pérdida de masa muscular, lo cual dentro de cualquier deporte es algo indeseable, pues es lo opuesto a lo que se busca al hacer ejercicio.

En nuestro cuerpo existen dos procesos que en combinación forman lo que se conoce como “metabolismo”. El cuerpo de forma natural se dedica a crear tejidos nuevos o a reemplazar los ya existentes, a esta labor de construcción se le conoce como “anabolismo”. Asimismo, el cuerpo debe destruir tejidos envejecidos, dañados o irreparables antes de que se conviertan en un problema de salud para el organismo. A este proceso de destrucción, se le conoce como “catabolismo”. En los estados de salud, la destrucción de tejido como la construcción o reparación    de los mismos, deben encontrarse en equilibrio. Cuando este equilibrio se rompe, el cuerpo comienza a construir tejidos nuevos, como en el caso del crecimiento de los niños o la creación    de masa muscular; en estas condiciones, el cuerpo se encuentra en un proceso anabólico. Por el contrario, cuando predomina la destrucción de tejidos en el cuerpo, este se va consumiendo  y puede, incluso, llegar a la muerte, esto ocurre en enfermedades terminales o procesos muy avanzados de envejecimiento, y es cuando el cuerpo está en un estado catabólico.

¿Por qué se pierde masa muscular?

Existen varias razones por las cuales se puede perder masa muscular o simplemente tener un estancamiento cuando se está haciendo ejercicio:

  1. La causa más común y en la que casi todos caen es debido a la alimentación. Crear buenos hábitos alimenticios requiere tiempo y esfuerzo, y es de vital importancia mantenerlos por el resto de la vida para mantenerse saludable, sin embargo, la mayoría de los fisicoculturistas o deportistas, suelen saltarse comidas o, en el peor de los casos, cambiarlas por alimentos de poco valor biológico, lo que lejos de facilitar la construcción de masa muscular, los pone en el camino directo para perderla y obtener grasa que no deseaban. Cuando se va perdiendo el hábito de una buena alimentación, a la cual nuestro cuerpo ya estaba acostumbrado, comienzan a faltar los nutrimentos necesarios tanto en cantidad como en calidad     en nuestra dieta, y de esta manera lo que nuestro cuerpo hace es obtener lo que necesita de nuestra masa muscular.
  2. La rutina de entrenamiento es otro factor. Una rutina demasiado fuerte o muy avanzada para nuestras posibilidades puede originar la pérdida de masa muscular, pues cuando no estamos listos para cierto ejercicio, lo único que logramos es hacerlo mal, no estimulamos nuestros músculos de manera correcta y sólo provocamos un sobreentrenamiento o, en el peor de los casos, hasta una lesión. Ahora bien, cuando una rutina de ejercicio ha dado  resultado, esto no garantiza que tendremos la misma ganancia muscular cada vez que la utilicemos. Cuando se ha superado la intensidad de una rutina, el cuerpo se estanca en el desarrollo de masa muscular y, en consecuencia, lentamente se comienza a perder masa muscular que no es necesaria para mantener la fuerza requerida para el ejercicio al que se expone. Es muy importante, por lo tanto, realizar ejercicio de manera constante e ir modificando las rutinas de entrenamiento, variando los grupos musculares, o escalando intensidades para mantener el cuerpo enfocado en la ganancia de músculo nuevo.
  3. El estrés es otro factor que propicia la pérdida de masa muscular.  Cuando el cuerpo es sometido a estrés, ya sea físico o emocional, se libera adrenalina, que acelera el metabolismo del cuerpo y, en consecuencia, se requiere mayor cantidad de energía para hacer frente a la agresión. Entonces, el cuerpo libera cortisol, cuya función es romper músculo para obtener energía de los aminoácidos que lo conforman, así como para estimular, mediante la glutamina, la respuesta inmune para hacer frente al factor agresivo hacia el organismo. En condiciones normales, esta pequeña descarga de cortisol, sería suficiente para controlar la inflamación provocada por la liberación de adrenalina, pero cuando el estrés es constante (crónico), se rompe este equilibrio y el proceso de destrucción de músculo continúa sin parar, provocando fatiga crónica, pérdida de tono y fuerza muscular, acumulación de grasa rellenando los espacios dejados por el músculo, etcétera.
  4. Así como el estrés es un estimulo que desencadena la destrucción de tejido  uscular, otra circunstancia agresiva al cuerpo es la enfermedad. En estas condiciones, el organismo, al ser agredido por un agente externo, libera el cortisol, esta vez con la finalidad, no de frenar los efectos de la adrenalina, sino con la función principal de liberar los aminoácidos responsables de regular o estimular la respuesta inmunológica. De igual manera, el metabolismo del cuerpo se acelera para darle batalla al agente infeccioso, por lo tanto el cuerpo requiere energía extra. Esto lo logra rompiendo masa muscular para obtener energía adicional usando los aminoácidos de las proteínas musculares, por ello, después de una enfermedad larga o particularmente agresiva, las personas se ven más delgadas y se sienten cansadas, debido a la pérdida de músculo.

 

“Si quieres evitar el catabolismo debes poner especial atención a tu
alimentación, por ello te recomiendo el siguiente material, puedes
consultarlo sin costo”

Proteínas y aminoácidos

Dentro de los nutrientes que debemos cuidar celosamente para prevenir la pérdida de masa muscular, se encuentran las  proteínas, cadenas de aminoácidos que se convierten en la materia prima para que el cuerpo construya nuevos tejidos y, en consecuencia, se regenere o desarrolle adaptándose a las condiciones del medio ambiente. Las proteínas también constituyen la reserva principal de ciertos aminoácidos que tienen una función muy valiosa al estimular o detener varios procesos en el organismo. Entre ellos están el aminoácido arginina, que mediante una sustancia conocida como óxido nítrico, estimula el crecimiento en los niños, el desarrollo de masa muscular nueva, ayuda a la regeneración de tejidos y a estimular la producción de hormona del crecimiento. Otro aminoácido es la glutamina, que cuenta con propiedades de protección para la masa muscular, además de ser componente importante de los macrófagos (células) y neutrófilos (glóbulos blancos) del sistema inmune.

Masa muscular y envejecimiento

A medida que pasan los años, el cuerpo sufre cambios en su composición, especialmente a nivel hormonal. Dos hormonas son las principales reguladoras de la construcción del músculo: la testosterona y la hormona del crecimiento. Ambas están presentes, tanto en hombres como en mujeres y alcanzan picos de producción en las etapas de juventud, comenzando a disminuir su fabricación después de los 28 años de edad. Cuando su producción comienza a declinar, el proceso de construcción de tejidos en el cuerpo se vuelve cada vez más lento, especialmente si existen factores de desnutrición, enfermedad o estrés crónico. A medida que los procesos se hacen lentos, la masa muscular se construye con mayor dificultad, y si se agudiza la deficiencia, comienza a perderse músculo en todos los tejidos, incluyendo el corazón. A este proceso se le conoce coloquialmente como envejecimiento. Pero, si se mantiene una buena nutrición y se realiza ejercicio de forma periódica, el estímulo para mantener altos los niveles de hormona del crecimiento así como de testosterona se mantiene y, en consecuencia, el proceso de pérdida de estas hormonas, será más lento, permitiéndonos conservar nuestra masa muscular o generar nueva incluso a edad más avanzada.

Es de suma importancia mantener la masa muscular a edades avanzadas, pues nos permitirá añadir años de calidad de vida al ser nuestra reserva energética, nutricional y de protección ante enfermedades.

Recuerda: para alcanzar el éxito acércate a la Educación Deportiva.

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